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En la época victoriana de Reino Unido, las madres vestían a los niños que se portaban mal y eran muy traviesos con ropa de niña como castigo a la mínima señal de agresividad, era muy efectivo pues entonces había mucho machismo y se les humillaba tanto que lograban que fuesen sumisos y educados, a esto se le llamaba Disciplina de Enaguas (Petticoat Discipline).
Esta disciplina se aplicaba a varones de todas las edades y consistía tanto en ponerles largos y aparatosos vestidos como en hacer que se comportaran como una mujer y podía ser por períodos largos o cortos según la gravedad de la situación.
Quienes defienden esta forma de castigo, tienen la idea de que la violencia está directamente relacionada con el machismo y los hombres son los principales causantes de los conflictos humanos, la sociedad marca que deben ser agresivos, fuertes y fríos, suprimiendo las emociones mal denominadas “femeninas” como la sensibilidad o las ganas de llorar durante su educación, lo cual lleva a la violencia desmesurada.
Esta forma de castigo y reeducación desapareció a mediados del siglo XX pero actualmente hay movimientos sobretodo en Latinoamérica que se han renovado con el uso de las redes sociales.
También se han dado casos de padres que lo han utilizado como una forma de abuso e incluso otros los crían así y lo toman como algo normal por el simple hecho de haber deseado una niña sin tener en cuenta el trauma que les puede causar.